Durante muchos años, Tolstói se planteaba el proyecto de una revista puramente literaria. Incluso invitó a colaborar a Fet, Botkin y Turguénev. Así lo expresa en una carta a Pogodin:

«De vez en cuando, y últimamente con frecuencia, se me viene a la mente la idea de una revista histórico-filosófica indefinida... Mi sueño sería denominarla “El no-contemporáneo”, para definir su corriente con un nombre”.

En la época de Tolstói, esa denominación sonaba a una confrontación directa con el “Contemporáneo” de Nekrásov. Tolstói rechazaba aquello que era crucial para Nekrásov y sus partidarios - naródniki -, a saber, la crítica social y la literatura reformista. Para aquel el rol del arte era iluminar lo no-contemporáneo (es decir, lo eterno).

Cuando en 2018 (150 años después de la carta de Tolstói a Pogodin) diseñábamos la revista, la idea clave fue esta: el arte no-contempóraneo. Para nosotros resonaba con el poema de Mandelstam “No, nunca, de nadie fui contemporáneo” y con esa cita de Rilke: “Al menos por un día sean no contemporáneos — y verán cuánta eternidad llevan dentro”.

“El No-Contemporáneo” de Tolstói no llegó a ser realizado. Probablemente el escritor estaría asombrado de cómo se ha transformado su idea. Pero, de una forma u otra, sigue viva.
Durante muchos años, Tolstói se planteaba el proyecto de una revista puramente literaria. Incluso invitó a colaborar a Fet, Botkin y Turguénev. Así lo expresa en una carta a Pogodin:

«De vez en cuando, y últimamente con frecuencia, se me viene a la mente la idea de una revista histórico-filosófica indefinida... Mi sueño sería denominarla “El no-contemporáneo”, para definir su corriente con un nombre”.

En la época de Tolstói, esa denominación sonaba a una confrontación directa con el “Contemporáneo” de Nekrásov. Tolstói rechazaba aquello que era crucial para Nekrásov y sus partidarios - naródniki -, a saber, la crítica social y la literatura reformista. Para aquel el rol del arte era iluminar lo no-contemporáneo (es decir, lo eterno).

Cuando en 2018 (150 años después de la carta de Tolstói a Pogodin) diseñábamos la revista, la idea clave fue esta: el arte no-contempóraneo. Para nosotros resonaba con el poema de Mandelstam “No, nunca, de nadie fui contemporáneo” y con esa cita de Rilke: “Al menos por un día sean no contemporáneos — y verán cuánta eternidad llevan dentro”.

“El No-Contemporáneo” de Tolstói no llegó a ser realizado. Probablemente el escritor estaría asombrado de cómo se ha transformado su idea. Pero, de una forma u otra, sigue viva.
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«El No Contemporáneo» es una creación de León Tolstói?
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